jueves, 6 de junio de 2013

EL TRIBUNAL SUPREMO SE CUBRE DE GLORIA, O SON LERDOS PROFUNDOS O RESPONDEN A INTERESES DE LA DEFENSA. REBAJAN LA PENA EN 4 AÑOS A ANGIE, LA ASESINA DE ANA PÁEZ

Pues sí, tras más de cinco años que nuestra querida Ana Páez nos dejó,  soportando el suplicio del asesinato, espera, juicio, espera, recurso y espera, ayer llegó la tan ansiada sentencia firme del tribunal supremo para darnos una estocada en toda regla, tras la rebaja de 18 a 14 años de prisión al pasar de asesinato a homicidio doloso y que más los 4 años por falsedad documental y estafa suman un total de 18 años para un crimen planeado durante más de dos años, con la suplantación de identidad, con la única intención de matar, con la frialdad de hacerlo a una persona de confianza, con el abuso de intentar simular una orgia sexual y con la nula colaboración con la justicia.
El premio que recibe la asesina por todos los detalles anteriormente descritos son cuatro años menos de pena, el motivo que expone el tribunal es que sí es razonable dudar si la víctima pudo defenderse o no, como es obvio, es totalmente imposible que pudiese defenderse, pues tal y como ya dijeron los forenses en el juicio oral, el primer acto de defensa es el acto reflejo de romper o sacarse la bolsa de plástico que le cubría la cabeza y que acabó matando a la pobre Ana por asfixia, si no lo hizo es porque estaba dormida 100% seguro. Además el tribunal reconoce que habiendo duda el fallo ha de ser favorable al reo, es decir al asesino, una vez más la víctima vuelve a pagar por su propio asesinato.
Y los señores magistrados del TS se preguntan una y otra vez, ¿y por qué no se realizó la prueba de restos bajo las uñas de la víctima?, lo más lógico es que no presentase ningún resultado, pues nunca presento ningún signo de violencia y porque estaba cenando con una supuesta persona de confianza. Por torpe de mente que uno sea, cualquier inútil ve que aquí entran en total contradicción al reconocer la autoría del Homicidio en María Ángeles Molina Fernández y luego dudar si la víctima estaba consciente o no; señores, si la víctima hubiese estado consciente no hubiese sido ni homicidio, hubiese sido un suicido, el caso es que no hay por dónde cogerlo, la sentencia del TS se convierte en un bucle sin ningún sentido.
Pero claro, todo este sin sentido en el que ha acabado siendo la dichosa sentencia, viene precedido por el voto particular que realizó el magistrado Sr Pedro Martín, presidente del tribunal que enjuició a la asesina en la vista oral durante febrero del 2012, dicho magistrado conciliaba el sueño durante un 30 o 40% de las sesiones en su cómoda poltrona de presidente del tribunal, como muchos pudimos presenciar atónitos a tan deprimente espectáculo, no está demás comentar que dicho magistrado siempre despertaba inquieto y perturbado para interrumpir las acciones de los letrados de la acusación y de la fiscalía, y nunca contra la letrada de la defensa, vamos, que siempre se le vio proclive a defender a la acusada, a tratar a la asesina como una víctima, realmente fue patético su comportamiento durante todo el proceso; siguiendo con el tema del voto particular emitido por el personajillo, constatar que  coincide a pie juntillas con la sentencia emitida en el día de ayer, y mi pregunta es: ¿se habrán puesto de acuerdo por algún interés común o personal oculto? O ¿serán tan lerdos como para no ver que el único mecanismo de defensa de la víctima en caso de estar consciente solo era romper una simple bolsa de basura que tenía en su cabeza y no pudo porque obviamente estaba inconsciente?, sea cual sea, el error es clamoroso y el daño irreparable.
Pero a pesar de todo seguiremos creyendo en la justicia, desde el interior de la prisión en la que seguirá Mª Ángeles Molina, y luego cuando salga desde el exterior, porque la justicia social la acompañará allí donde esté.
Y desde aquí seguiremos expectantes el transcurso del tiempo y de los acontecimientos que rodeen a está asesina en serie, abiertos a comentarios, sugerencias, informaciones que nos ayuden a conocer y protegernos de esta psicópata criminal.

Carlos F. Carbajo